Reflexiones

Afinidad de la Conciencia




Una cosa importante de recordar es que el deseo es lo que nos une. El deseo por la paz mundial, el deseo por el amor, el deseo de pizza, el deseo por zapatos nuevos. No importa cuán profundo o trivial, el deseo humano es nuestro enlace común. Y cada uno desea felicidad. Sin embargo a menudo confundimos la búsqueda de la felicidad de alguien más como algo en "contra mía".




¿Qué tan a menudo, por ejemplo, has pensado que un amigo, maestro, o pariente estaba molesto contigo porque te han estado prestando menos atención que la usual, sólo para descubrir que tenían una tragedia personal en sus vidas, tal vez una muerte, una enfermedad o una disputa familiar, que los estaba haciendo, simplemente, retirarse un poco? No sólo de ti, sino de todos, hasta que se sintieron en calma nuevamente.




Conocí, una vez, a una joven mujer llamada Ana [ no es su nombre real ] que se encontró con la hermana de su primer gran amor, Matt [ no es su nombre real ]. Las dos mujeres conversaron por un rato, y luego Ana le dio su número de teléfono a la hermana de Matt, y ésta le dijo que estaría feliz de dárselo. Ana estaba increíblemente emocionada ante la posibilidad de tener noticias de Matt. Él había significado mucho para ella, tanto durante su relación como a lo largo de una cantidad de años, pero habían perdido el contacto.




Las semanas pasaron, y luego varios meses. Ninguna llamada. Ana lo tomó personal. "No le debo haber importado tanto como él a mí", pensó. "Si realmente hubiera tenido sentimientos por mí, ya me hubiera llamado". Los pensamientos de Ana fueron empeorando hasta que finalmente ella se deprimió con todo el asunto.




Varios meses después de eso, Matt llamó. Él y Ana tuvieron una conversación genial, al final de la cual él le pidió disculpas por no llamarla antes, "He tenido una enfermedad terrible en la piel" le confió. "Y quería sanar antes de verte"




Cuando tomamos las acciones de los demás de manera personal, éste es nuestro ego hablando, diciéndonos que somos el centro del universo, que todo lo que sucede en nuestras vidas gira en torno a nosotros. Nuestro ego es la cortina que nos separa de los verdaderos sentimientos y pensamientos de los demás.




Nuestra lucha es no tomar todo de forma personal. Y dar con todo nuestro corazón, aún si pensamos que no estamos recibiendo suficiente a cambio. Cuando hacemos nuestra parte, la energía regresa a nosotros, siempre. Si no del que recibe, entonces de otra persona. Semillas positivas producen frutos positivos. Esta es una ley inmutable.




Y recuerda, compartir no es únicamente una cosa física. Hacer lugar en tú corazón para otros y reconocer que no eres la única persona en el mundo que quiere estar satisfecho, puede ser el mejor regalo que puedes darle a los que quieres, y a ti mismo.




Autor desconocido







Somos compatibles?




Es difícil encontrar a una persona que comparta nuestros sueños, gustos, deseos y sobre todo una persona que desee una relación estable; pero no es imposible. A veces el amor aparece en el momento menos pensado y lo que más cuesta es mantener vivo ese sentimiento.




El tener gustos opuestos en algunos puntos de nuestras vidas, lejos de crear inconvenientes, puede convertirse en algo enriquecedor. De hecho, en casi todas las parejas hay algún tipo de oposición. Es lo lógico, porque tenemos subjetividades distintas Ahora bien, las diferencias entre los miembros de la pareja pueden ser fuente de satisfacción cuando en su relación no habita la intolerancia, la intransigencia ni el deseo de dominar al otro, porque de esto surgen la peleas.




La mayoría de discusiones que surgen cuando se tienen gustos opuestos es porque se crean lazos de dependencia tan fuertes que se hace difícil comprender que lo más normal es que haya discrepancias y gustos diferentes. La sensación de asfixia o invasión se produce cuando un miembro de la pareja se siente incapaz de defender su propio espacio.




La pareja es el proyecto de compartir la vida con otro, de acompañar y ser acompañado por ése al que hemos elegido como pareja por razones que van más allá de la razón. Esa fuerza desconocida que nos empuja a querer al otro se basa en asociaciones misteriosas y, a veces, desconocidas, porque son inconscientes. Disfrutar de gustos y actitudes opuestas puede cumplir una función importante porque ese "desequilibrio" pone en marcha la ley de la compensación.




La compatibilidad es uno de los motores de la pareja, de las emociones y, sobre todo, del amor Cuidar esa llama, mimarla, protegerla y convertirla en una hoguera es la fórmula infalible para que una relación no termine en la rutina.




" La felicidad no esta en lograr lo que anhelas, sino en valorar lo que tienes"




Autor desconocido











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